Solo cuídate y cuídanos.

Dejé de saludar con besos y abrazos hace tres días.

Empecé una noche en la que llegué a RPP, tenía una entrevista con Jaime Chincha, subí las escaleras al segundo piso (ahora prefiero sí o sí las escaleras a los ascensores) (mis piernas lo van a agradecer) y me recibió una productora del programa.  Las dos nos miramos con ojos de “¿Qué hacemos? ¿Nos saludamos? ¿mejor no, no?” Todo eso nos dijimos con la mirada y levantamos al mismo tiempo  la mano para hacernos un hola de lejitos. Listo! Nos reímos y a hablar de lo que nos reunía.  Al entrar al estudio fue lo mismo con Jaime, manito al aire de lejos y fin de los besos hasta nuevo aviso.

En estos días he tenido curiosas respuestas ante este cuidado con los besos: miradas extrañadas, risas nerviosas, risitas burlonas,  incomodidad, un par lo tomaron personal, a casi todos les tuve que explicar por qué era mejor para ti, para mí para todos que demos una pausa a los besos y abrazos.

Cuando trabajaba en hospitales con Bolaroja aprendí reglas de bioseguridad que usábamos en cada visita para protegernos nosotros y para proteger a los pacientes.

Lo primero era lavarse las manos, veinte segundos, a conciencia. Lavarlas antes de entrar a un cuarto, lavarlas al salir y dependiendo de la complejidad de lo que fuéramos encontrando, también entre pacientes.

Tuve que aprender a no tocarme la cara, estábamos expuestos a virus y bacterias durante las visitas, no debíamos tocar ojos, nariz o boca para evitar llevarnos las enfermedades a casa. Ahí me di cuenta que tocaba mi cara, sin darme cuenta, todo el tiempo.

Llevábamos gel antibacterial siempre, en caso no hubiera un baño donde poder lavarnos las manos entre cuartos.

Sabíamos que el piso del hospital podía ser un gran foco de infecciones por las gotículas que podían caer hasta un metro alrededor de un paciente. Entonces, si algún juguete caía al piso ya no podíamos jugar con él. Debía guardarse en una bolsa cerrada hasta llegar a casa para desinfectarlo y dejarlo limpio para la siguiente visita.

Siguiendo estas  reglas podíamos estar TODOS seguros, ellos y nosotros. No fue difícil de entender en ese momento, seguimos las reglas y estuvimos a salvo.

Ahora toca hacer lo mismo pero no solo si tienes que visitar un hospital, ahora toca hacerlo todo el día. Estoy consciente de mis manos y lo que tocan, de la distancia segura, de no rascarme la nariz o frotarme los ojos, me lavo las manos muuuuchas veces al día.

¿Y mi MONDO?

Ya teníamos todo listo para MONDO marzo, pero este taller es de mucho juego, de 7 horas de mucha cercanía y mucho contacto. Al principio cuando parecía que bastaba con mantener distancia, pensé cambiar los ejercicios, pero los que más nos gustan son justamente esos que tendría que quitar. Ahora lo mejor es dejar MONDO en pausa hasta que podamos reunirnos otra vez y disfrutarlo al 100%.

¿Y la TRAMPA? Lo mismo,  tampoco podríamos juntarnos o jugar a lo que se juega allí, así que la Trampa también queda en pausa.

No sé cuánto tiempo tendremos que esperar para volver a andar sin tanta precaución, pero mientras dure, cuídate y cuídanos.

Es simple, es solo estar atento y consciente.

Lávate las manos todas las veces que puedas.

No toques tu cara.

Busca otras maneras de saludar que no sean con manos o besos.

Lleva gel antibacterial contigo.

Trata de mantener una distancia.

Cuidado y calma para todos ❤

#LaDistanciaQueNosUne #SiTeCuidasNosCuidasATodos