¿Cómo quieres que te traten?

Uno de mis primeros trabajos fue en un lugar hermosamente horrible.

Cuando era chica, la tele nos alegraba los días enteros y cuando crecí, entré a una universidad para estudiarla. Imagínate lo que sentí cuando me llamaron. Lo había logrado. No había terminado la universidad y ya estaba allí.

Se abrió la gran puerta de vidrio del canal y ni bien entré, todo empezó a oler raro. No era tan lindo, ni tan glamoroso y lo peor: pronto me di cuenta de que el rey de ese magnífico reino era un ogro.

Los gritos del gerente general se oían hasta mi oficina, usaba los peores adjetivos para humillar a sus trabajadores, tenía un arma en su escritorio que, según cuentan, sacaba con frecuencia para asustar/convencer/ someter al personal.

Yo tenía 20 años y 4 trabajos al mismo tiempo, pero este era el que más brillaba en mi currículum. Aunque era la última rueda del coche, estaba feliz porque, ¡oye! ¡ya estaba en el coche!

Ahora que ya sabes lo importante que era para mí estar allí, vayamos al evento de año nuevo de la empresa. Esos almuerzos con mesas largas donde la mesa central (la mejor ubicada, la mejor servida, la de las botellas caras) es del rey y sus amigos.

Fui por cumplir, así que apenas terminé de comer me acerqué a la mesa donde estaban los técnicos con los que trabajaba, para despedirme. Y de pronto, ¡Zas! Alguien me da un palmazo en el culo.

(Acá hago un paréntesis por si alguno o alguna me imaginó en minifalda. No. Estaba con un pantalón y una chompa amarrada a la cintura porque desde chica me hicieron creer que era mi responsabilidad taparme para no provocar a nadie. Cierro paréntesis y seguimos).

Volteé para agarrar a cachetadas al infeliz y ¿qué crees? Allí estaba el gerente general, celebrando su osadía junto a su corte, grandes figuras del canal, serios personajes reconocidos por todos nosotros. 

Me quedé congelada, mirando a todos sin saber qué hacer, luego solo lo veía a él, me fui clavándole los ojos, lo miré con tanto odio que si hubiera tenido un poquitito de poderes sobrenaturales hubiera incendiado todo el local. Incomodidad general.

Busqué a mi jefe y renuncié.

Al día siguiente, el rey ogro me llamó a su oficina. Tal vez quería gritarme por mirarlo así delante de todos o quizás me apuntaría con su pistola para saber por qué renunciaba a un lugar en donde todos sufrían lo insufrible por quedarse. ¿Y sabes que hizo? Se disculpó.

Nunca sabré qué le pasó por la cabeza.

Lo que sí sé es lo que me pasó a mí.

Acepté sus disculpas y después de pensarlo, elegí quedarme. Nunca volví a tener problemas con él, de ahí en adelante me trató siempre con respeto.

Este post no es sobre acoso en el trabajo.

Este post es sobre el poder que tenemos para elegir.

Miro atrás y me veo parada ahí sin saber qué hacer. Si fuera hoy, seguro haría un escándalo en las redes, levantaría una denuncia. Pero en los ochentas no se hablaba de estos temas, solo sucedían y te quedabas callada, seguías nomás. Así que miro atrás y me alegra no haber salido corriendo o llorando, me alegra no haber elegido volver al día siguiente como si nada hubiera pasado.

Tú le enseñas a la gente cómo debe tratarte. Si tú dejas pasar algo así, le estás enseñando a la gente que puede tratarte así. Si tú pones límites, la gente sabrá hasta donde puede avanzar. Tú eliges qué dejar pasar y qué no. Lo hacemos todo el tiempo. Me sirvió mucho aprender eso temprano, ahí, con este evento que les acabo de contar.

Gracias al ogro con pistola desbloqueé uno de mis poderes favoritos: El poder que tengo para elegir lo que acepto y lo que no acepto en mi trabajo (y en mi vida).

39 Comentarios Agrega el tuyo

  1. ERIKA dice:

    Hola, hoy llegué a tu página y leer esta experiencia me causó admiración, felizmente no he pasado ese tipo de situaciones pero sí he tenido experiencias desagradables en el trabajo, uno de un compañero que yo sentía que era un acosador por su forma de mirarme y de hablarme, me fue difícil ponerle el punto final, lo intenté, pero esta persona no lo entendía. Cuando salí de ese trabajo fue liberador y recién entre en consciencia que fue una terrible experiencia. Siento que aún estoy en recuperación. Ese ambiente era horrible y estresante. Creí que sería todo; pero tiempo después conocí a una persona que para mi mala suerte, es una persona despota, humillante, yo creía que debía aguantar. Por alguna razón tenemos ese chip de que debemos aguantar a los jefes, yo sé que no pero lo hago inconscientemente. Ahora he estado explorando mi forma de ser, esto me ha llevado a auto- cuestionarme la importancia de poner límites. Gracias Wendy.

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  2. Jhoana Ruiz dice:

    Hola Wendy, muchas gracias por compartir tu historia. A mi me pasó hace unos 18 años atrás (ya ahora estoy algo grandecita de edad jeje) cuando laboraba en un Colegio, un día el dueño se acercó a mí y me quiso besar, en una, le clave una mirada feroz, lo empujé alejándome y ese mismo día presente mi carta de renuncia, jamás se disculpo. Pero yo me fuí con la cabeza en alto, decidida y enojada (aunque en casa
    no lo tomaron a bien xq me quedaba sin ingresos). Y así es la vida. Gracias por recordarme lo valiosas que somos. Te mando un súper abrazo. 🤗✨

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  3. Sarita dice:

    Gracias Wen
    … Por recordarme que ese poder esta en mí. Gracias por compartir tus experiencias, gracias por sumar en la vida de muchas personas como yo.

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  4. henrydorian dice:

    Hola Wendy, gracias por compartir esa experiencia y recordarnos que de cada experiencia que vivamos podemos obtener lo que decidamos obtener dependiendo de una elección muy personal. Felicitaciones por tu blog. Un abrazo. Henry.

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  5. Carina dice:

    Desde muy joven fui bastante independiente y aprendí a cuidarme sola me identificó mucho contigo Wendy también tuve un ogro como gerente y nunca deje que me tratara mal, experiencias buenas y malas que al día de hoy se que es lo que no quiero para mi vida.

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  6. mila dice:

    Admiro el valor que tenias para poner tus limites,y que no te intimidaron,que hacer cuando tienes miedo y como vencerlo para terminar las metas que uno se traza? No se como expresar lo que siento

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  7. Elena Pasapera dice:

    Yo tambien trabajé en la televisión. Era narradora de noticias y reportera. Una noche se me acercó el pdte del directorio del canal y muy suelto de huesos me dijo :Cuando acabes tu trabajo (12.30 de la madrugada) te invito a cenar. Yo me quedé de una pieza y asustada, apenas tenia 3 meses en el canal. No me dejó ni tiempo para contestar. Bajé e inmediatamente llamé a una gran amiga y fria le conté lo q me pasaba. Le dije nunca me ha pasado esto y estoy aterrada y molesta, yo no conozco a esta persona. Ella me dijo dile exactamente lo que me estas diciendo a mi. Subí a su oficina le pedi a su secretaria q me anunciara y le dije «Disculpe yo no lo conozco a ud. y tengo 3 hijos q me esperan en mi casa» y me retiré. Me agarró cólera mucho tiempo hasta q un día (época de terrorismo) se malogró el carro q nos llevaba a nuestra casa en la plaza Bolognesi, éramos dos mujeres y 6 hombres. Un compañero nos acompañó a tomar taxi a las dos mujeres con nuestra banderita blanca. Al dia siguiente subí a la of. de este señor y le dije del peligro q habíamos corrido mi compañera y yo y q necesitábamos una movilidad para las dos. Me contestó «si te refieres a que las puedan violar, igual peligro corren los hombres. Me fui indignada. Después de un par de días dio ordenes para q contraten una movilidad para mi compañera y yo. En medio del temor hay q sacar garra y ponernos fuertes y creo de corazón que Dios estuvo siempre conmigo.

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  8. Ismena Catalina Pérez Poma dice:

    Gracias por contar tu historia, ayuda mucho a despertar y comprender la elección que tenemos! Abrazo fuerte fuerte!

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  9. necatpace dice:

    No siempre se tiene ese gran poder de poder decir hasta aqui nomas, lamentablemente en la gran mayoría de casos la gente hace como que no paso nada, perder un trabajo es dejar de comer, peor si tiene familia, en muchas épocas en mi vida he podido hacerlo, pero también he tenido otras que me las he tenido que tragar.. 😦

    Lindo leer tu relato! Un abrazo Wendy!!

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  10. soysancosme dice:

    Gracias por este relato, me ayudas mucho. BUENAS VIBRAS.

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  11. Fatima Quispe dice:

    Linda Reflexión, importante el.tomar una decisión basada en valores.

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  12. María Elena dice:

    Me encantó la reflexión gracias Wendy por el tiempo que te tomas por compartir estos bellos mensajes 💛

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  13. Karim dice:

    Linda 💕
    Cómo me identifico mucho contigo. Eres tan. Te envío unas flores porque me permites recordar que aún hay personas buenas en este mundo 💐 Dios te bendiga y acompañe mucho 💕🤗

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    1. Karim dice:

      Eres tan genuina. Transparente, nos transmites buenas vibras 🤗☺️

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    2. Helen dice:

      Eran los 80 .
      Y a tus 20años ya tenías claro respeto limites.
      Importante ahora más que nunca …
      Yo aprendí a cuidarme sola desde pequeña hasta grande .
      Un abrazo 🙆 🧡 Wendy hermosa

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  14. Chio! dice:

    Eres un excelente ser humano ,. Gracias por compartir tus anécdotas que nos ayuda a reflexionar si realmente estamos haciendo bien las cosas 🥳🥳👍🏻

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  15. Claudia dice:

    Hola Wendy eres una persona que vibra muy alto, una inspiración para mí. Que gran mensaje para empezar este mes de Agosto y dejar de callar lo que sentimos pero no decimos. ¿Por qué no te animas a abrir tu canal de Youtube? Sería asombroso y con gran acogida, eres un personaje muy querido en Perú y estoy segura que en distintas partes. Saludos.

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  16. Karina Grace dice:

    Hola Wendyta,… qué importante es perder el miedo, saber que sólo nosotras tenemos el poder de elegir qué es lo que queremos y que no en nuestras vidas,.. el respeto es para mi lo más importante,… un fuerte abrazo 💛
    Pd: Mi hermanita también se llama Wendy y era una persona que transmitía mucha paz al igual que tú…✨✨✨

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  17. Vanezza dice:

    Gracias Wendy por compartir tus vivencias y a través de ellas transmitirnos el mensaje que a muchos nos cae bien para hoy por hoy hacer frente; aveces creemos hasta que somos nosotros o que es lo que nos toca para tener un trabajo fijo. En el 2017 trabajé en una empresa que alguna vez fue mi sueño con el cargo que me levantaría profesionalmente pero me costo mucho. No veía las horas que ya acabará mi contrato de un año por que ya todos los días o lloraba o renegaba o me deprimía y mi esposo me dijo ese trabajo no te hace feliz y menos te hace crecer … así que le dije a mi jefa que gracias pero no seguiría y es más ella me dijo que me necesitaba a pesar de cómo ya me venía tratando por no querer ser del staff de sus amigas (Las que la idolatraban), le creí y le acepte una reunión más y volvió a tratarme mal y ese día paró todo y nunca más volví. Siempre todo pasa por algo el destino hoy por hoy me puso en una empresa donde me siento libre muy libre y hago mi trabajo súper feliz tengo presión por la coyuntura pero no sabes lo feliz que soy en este trabajo.

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    1. Mercedes dice:

      Poderoso mensaje, Wendy. Muchísimas gracias por compartirlo. Hasta hoy a muchas nos pasa que no decimos lo que sentimos o dejamos pasar cosas que realmente incomodan. Tus historias son muy inspiradoras. Gracias ♥️

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  18. Wendy dice:

    Hola Wendy, que tal… gracias por compartir tu experiencia con nosotros… Entiendo perfectamente qué es trabajar con un ogro y ahora me siento con más valor para enfrentarlo!!! Me encanta tu esencia:)

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  19. Ursula dice:

    Hermoso articulo, quien no ha pasado por situaciones similares. Gracias por compartirlo Wendy. Y con ello transmitirnos que nunca será tarde para enseñarle al mundo entenro quienes somos y como nos gustaria ser tratados.

    Ojo: Trata con el mismo respeto y amor que deseas ser tratado.

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  20. Luna dice:

    Que bello post, me paso algo parecido, tenía yna jefa, la cual admiraba mucho, pero siempre tenia sus arranques la cual pasaba por alto, cuando era mas chiquilla, cuando regrese al trabajo luego de ser madre, me trato muy despectivamente, ofendiendome por ser madre, por mi condición social, y desmereciendo mis logros dentro del trabajo, si hubiera sido chiquilla como aquella vez lo hubiera dejado pasar, pero me arme de valor y la confronte, y renuncie, me quede sin trabajo y me di cuenta que a veces admiramos a las personas incorrectas, me tomo tiempo recuperar la confianza en mi, luwgo de que puso en duda todo mi esfuerzo.

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  21. Luna dice:

    Recuerdo que hace poco, me pasó algo parecido con mi jefe inmediato, dijo y habló mal de mi, pero yo no me deje, lo enfrente y al final se disculpo por lo que hizo, sin duda, uno no debe de dejarse en este tipo de situaciones; hace un año quizá lo habría dejado pasar, pero ahora ya no, mi manera de pensar es distinta. Buen consejo Wendy.

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  22. Lisbeth dice:

    Tener claro nuestros límites en ocasiones toma tiempo, en mi caso me es más fácil con temas de amistad, familiares, trabajo, donde por cierto cuento con personas hermosas 💛 pero con lo personal tuve otro ritmo, aun sigo poniendo mi post it de colores para recordarlo siempre, mensaje «decidir tratarme bien, tenerla clara para proyectarlo a los demás y ser coherente con mi forma de tratar» gracias Wen! 🤗

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  23. Eleanor dice:

    Por un momento pensé que luego del palmazo ibas a enfrentarlo, luego explicabas el porque no y también se entiende que cada persona reacciona de distintas formas. Gracias por compartir tu anécdota y los consejos que nos brindas en las últimas líneas. 🤗

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  24. Isa dice:

    Hice casi lo mismo, salí en defensa de una compañera y renuncié, nunca se disculpó y tuve que irme. Ahora me quedé sin trabajo, pero con mi dignidad.

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  25. Fernando Villalba dice:

    Wen se activo tu superpoder del amor propio, ese que no deja que nadie cruce límites claros que evita que nos dañen!!
    Cuando entendemos que somos más importante que los de afuera (sano egoísmo) esto nos permite relacionarnos mejor y más sano!

    Sos una divina Wendy te abrazo con el ❤️!

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  26. Sofia dice:

    Yo tbn tenía un jefe que me llamaba renegando desde su oficina todo furioso, habiendo un anexo , empezaba a carajear y a decir que hacía mal mi trabajo, desde ahí decidí no quedarme más , solo dure un año y renuncie , me dedique a crecer como profesional en ese tiempo que estaba sin trabajo , avance mi tesis , y hoy no me arrepiento ti de esa gran decisión que tome.

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  27. Anónimo dice:

    Totalmente de acuerdo, Tu enseñas a la gente como tratarte, Tu pones los limites y la gente sabrá hasta donde a avanzar, y si alguien se sobrepasa le tiras un cachetadon o simplemente le dejas clara tu posición, no veo la necesidad de tanta alaraca y escándalo.

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  28. Janet dice:

    Tengo un ogro en mi vida que me hace maldecir que la vida me puso pruebas de salud y una gran responsabilidad (mi bebe) y no poder renunciar en pandemia cuando todos tenemos incertidumbre y miedo a no tener trabajo. Tu historia me hace pensar que yo he permitido demasiado, sufro acoso laboral y maltrato y su socio me “aconsejo” que solo lo ignore. Porque me piden a mi que ignore en vez de pedirle a el que modere su trato???

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  29. Brenda dice:

    A pesar de una situación humillante, me encantó lo que transmites ❤

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  30. mafer dice:

    Gracias wendy por contar está historia y recordarnos a todos que podemos elegir donde queremos estar, y que siempre podemos marcar limites.

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    1. Valeria dice:

      Buena Madrigada(?) Wendy!

      Tu voz jala a que podamos compartir experiencias similares. Necesitamos escuchar y leer más de estas historias porque en realidad si pasan.

      Gracias por compartir!

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  31. ♥️♥️♥️♥️♥️

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  32. Anónimo dice:

    Cada uno tiene su límite, tenemos el poder de decidir. Gracias por esto. ❤

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  33. Seleni Mendoza dice:

    Algo similar me pasa ahora, lamentablemente no todas tenemos la valentía y el coraje para hacerlo a tiempo hasta que nos cansamos y decidimos darle el punto final, pero en mi historia el ogro siempre será un ogro y por más de que renunciemos o le digamos algo cambiará su manera de tratar a los demás. Por eso decidí darme mi lugar y salir de la burbuja en la que vivía llena de miedos y malos tratos. Gracias Wendy, tú historia me ha inspirado mucho y me motiva mucho más a empezar de cero si tengo que hacerlo.

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  34. Mila dice:

    Mierda! Lo amé.

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  35. Gissella dice:

    Siempre hay oportunidad para poder expresar lo que sentimos, a mí me pasó con un grupo de muchachos, era carnaval pero yo ya tenía como 25 con el cuento del carnaval de atrevieron no sólo a lanzar globos sino a tocar atrás , me sentí atacada por un grupo de muchachos que no llegaban ni a los 17 , recuerdo que al igual que tú no llevaba nada llamativo, ni falda, es más estaba muy abrigada y luego se cansaron, serían como 8 al irse me paré en medio de la pista y los grité tanto como pude pero nunca olvidé la humillación, pasó en 1997

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